Venezuela y su dilema cambiario. Parte 1
Para nadie del mundo financiero es un secreto que Venezuela, siendo un de los países más “ricos” de América Latina, tiene crisis con características sumamente particulares. No es de extrañarse, luego de tantos años de una economía en la que se ha tratado de controlar la inflación por todos los medios posibles (y hasta algunos imposibles), se ha generado una expansión insólita de la masa monetaria. La generación del mercado “paralelo” como lógica consecuencia del control de cambios ha ocasionado una gran desconfianza en la fortaleza de la moneda. Las sucesivas devaluaciones necesarias para el Estado, a fin de poder sostener el gran gasto público con un ingreso de petrodólares extremadamente abundante mas sin embargo limitado, tampoco es que ayudaron mucho a restablecer esta confianza. Siendo la tasa oficial de cambio respecto al dólar americano a 6.3 BsF/$ después de una devaluación de su valor original en el que se mantuvo a 4.3 BsF/$, el valor del mercado negro comenzó a crecer. Pasó las barreras imaginables de los 30,40,50 y hasta 60 BsF/$, luego de los 70 y 80 llegando hace pocas semanas a un pico extraordinario de 88 BsF/$. Producto de una extremadamente compleja situación de especulación en la frontera con Colombia, la base referencial para esa excesiva tasa de cambio ha comenzado a ajustarse a la baja.
Veamos en el próximo artículo qué piensan hacer las autoridades del Banco Central y de Gobierno para mitigar esta nociva situación.