La selección de las tortugas. Parte 1
Recordando un poco el tema que estábamos tratando en la serie de “El camino de la tortuga”, en la última entrada mencionábamos que la gente que había seleccionado Dennis provenía del más amplio rango de ocupaciones: desde vendedores de máquinas agrícolas, guardias de seguridad, profesores, pasando por mensajeros, camareros, empleados de cocina…hasta barmans!. Este surtido abanico de personas incluía gente como el típico académico tranquilo y educado, el trabajador de clase media, y personalidades salvajemente volátiles.
Había ciertas cosas que Dennis estaba buscando específicamente: la voluntad de los estudiantes de correr riesgos calculados, por ejemplo. Quienes destacaban del rebaño de alguna forma no convencional, tenían ya una ventaja. Claro esto no era un proceso normal de contratación en los 80s…y tampoco lo sería actualmente. Por ejemplo, hoy aquellos con un MBA están “diseñados” para los rigores intelectuales de dirección de una compañía, pero son reluctantes a ensuciar sus pulcras y manicuradas manos. Son los que piensan que con IQ y conexiones no hace falta más nada, no quieren ni hacer el trabajo duro ni correr ningún riesgo. A éstos, Dennis no los quería en su equipo. Él buscaba personas que disfrutaran jugar con las probabilidades. Que pudieran pensar en términos de ellas. Y quienes conocían bien a Dennis, no se sorprendían: él había reaccionado a oportunidades de negocios que otros nunca vieron.