El sendero de la tortuga.
En los subsiguientes artículos veremos los resultados del interesante plan de Dennis, luego de la estupefacción de su amigo Eckhardt. Pero sigamos con el desenvolvimiento de los acontecimientos. En el mundo moderno, se sigue insistiendo en el determinismo biológico, o la noción de que la genética predice la naturaleza del comportamiento y física de un organismo y que eso no puede ser superado. Esto no son buenas noticias para un operador potencialmente exitoso o un empresario en cualquier campo que no tenga el así llamado “pedigree” o el coeficiente intelectual (CI) “adecuado”. La ironía, es que a pesar de que el experimento de Dennis probó otra cosa hace más de 20 años, el éxito en los mercado aún es percibido por muchos como un sistema virtual de medición del CI. Los escépticos del experimento de la tortuga de Dennis han levantado cargamentos de excusas acerca de cúan casual fueron las respuestas a ese pequeño anuncio. Ellos argumentan que hubiera sido imposible para nadie, excepto los que están adentro, conocer que ese anuncio era el ticket para estar entre los 100 traders de Wall Street mejor pagados, como lo hizo Jerry Parker.
Es tan difícil de creer como un guión de Hollywood.
Richard Dennis quería una mezcolanza de personalidades, similar a los reality show de MTV. El seleccionó tanto conservadores de la extrema derecha como liberales completamente opuestos; contando un graduado de la secundaria y un egresado de una escuela de postgrado. Esta diversidad aseguraba un espectro suficientemente amplio de la “muestra” de especímenes. Tal cual si fuera un estudio científico. No es de extrañarse, todos sabemos la pasión que sienten los Norteamericanos por las estadísticas!.
Continuará.