El dinero compra la felicidad? Parte 2
Siguiendo con el tema de si el dinero compra la felicidad, envió la parte dos, la cual también tiene temas muy interesantes, recuerden que lo importante es ser felices:
4. Trate de regalarlo
La paradoja del dinero es que, si bien ganar más tiende a mejorar su bienestar, nos hace más felices regalarlo que gastarlo en nosotros mismos.
Ese fue el hallazgo de una serie de estudios realizados por Elizabeth Dunn. Empezó dando dinero a estudiantes en el campus, diciéndoles a unos que lo gastaran ellos mismos y a otros que compraran cosas para otra persona. Estos últimos fueron mucho más felices.
Dunn ha repetido el experimento en otros países y también amplió el estudio para evaluar si la gente seguía siendo más feliz regalando su propio dinero. Obsequiar dinero consistentemente producía más felicidad, incluso cuando las personas eran relativamente pobres.
Lo que afecta la felicidad no es tanto la cantidad de dinero que se da, sino el impacto que uno percibe de la donación, si ve que su dinero marca la diferencia en la vida de alguien más, lo hará feliz incluso si la cantidad que dio es baja.
5. Asegúrese de comprar tiempo
También es importante considerar la forma en que sus compras afectarán cómo pasa su tiempo. “Use el dinero para comprar un mejor tiempo”, dice Dunn. “No compre un auto ligeramente más elegante para tener asientos con calefacción durante un viaje de dos horas al trabajo. Compre un lugar cerca del trabajo, así puede usar la última hora de sol para patear un balón en el parque con sus hijos”.
6. El dinero trae felicidad sólo hasta cierto punto
Los investigadores dividen la felicidad en dos componentes. El primero es “evaluativo” se define como el “sentimiento de que su vida es buena, está satisfecho con su vida, está progresando hacia sus metas” El otro es “afectivo”, que mide con qué frecuencia uno siente emociones positivas como la alegría, el cariño y la tranquilidad, comparado con emociones negativas.
Daniel Kahneman y Angus Deaton de la Universidad de Princeton descubrieron que cuando analizaron mediciones afectivas, la felicidad no aumentaba después de que una familia alcanzaba un ingreso anual de aproximadamente US$75.000. No obstante, notaron un consistente aumento de satisfacción general con su vida.
La conclusión es que cuando uno no tiene mucho dinero, una pequeña suma adicional puede hacer una gran diferencia, debido a que hay más necesidades esenciales que cubrir. Pero a medida que uno acumula riqueza, se vuelve más difícil seguir “comprando” más felicidad.
7. No se descontrole
Finalmente, los investigadores concuerdan en que gastar más de lo que uno puede pagar conduce a la miseria. Ocuparse de sus necesidades básicas y alcanzar un nivel de seguridad financiera es importante.
Algunos estudios han demostrado que la deuda tiene un efecto perjudicial sobre la felicidad, mientras que los ahorros y la seguridad financiera suelen aumentarla. Así que antes de gastar todo su dinero en unas vacaciones soñadas, asegúrese de cubrir sus necesidades básicas, pagar sus deudas y tener suficiente para protegerse de los problemas de la vida.