Ubicación dinámica de activos. Parte 4
Continuemos ahora elaborando un poco más de la naturaleza de los derivados ya descritos en los anteriores artículos, a saber los futuros y por adelantado. Estos difieren principalmente por dos razones, una de las cuales puede (y efectivamente lo será) desechada…pero la otra es crucial y dará pie a importantes discrepancias entre estrategias envolviendo tanto futuros como contratos por adelantado. Ambos apuntan a eliminar el riesgo de default de la parte que está perdiendo dinero en los contratos vendidos o comprados. Consideremos el caso de un contrato adelantado. En la fecha T (la cual puede ser lejos de la fecha inicial t), el precio del activo S(T) puede ser mucho menor o mucho mayor que el precio acordado G(t,T). Consecuentemente, la parte que pierde dinero puede ser incapaz de honrar su compromiso y por lo tanto cae en default o impago. La otra parte entonces tiene una pérdida real, lo que pudiera ocasionar a su vez su propio default bajo ciertas circunstancias. La primera característica es el margen inicial o “depósito”, lo que es la cantidad de dólares por contrato que debe ser depositado tanto por el comprador como por el vendedor para que se les permita tomar posiciones en los futuros. Pero como el depósito no es sino una pequeña fracción, típicamente entre el 1,5% al 5%, aquí ya se involucra el apalancamiento, que resulta sustancial dadas estas cantidades. Pero este margen debe ser depositado bajo la forma de una seguridad como un bono T, en lugar de efectivo, no habrá pérdida de oportunidades de ganancia por las partes ya que los intereses se acreditan al propietario de la seguridad. Esta es la razón por la que la descartamos para nuestro análisis.
La segunda característica, es el margen de variación; éste puede ser negativo o positivo.
Al final de cada día de operación o cuando se alcanza un precio límite, la casa de cierre de la bolsa clausura toda las posiciones de todos los participantes de la forma siguiente: si la operación tiene lugar el mismo día la casa de cierre computa la pérdida o ganancia para vendedor y comprador, sustrayendo el precio acordado del precio de cierre del contrato. La ganancia es cobrada por el ganador y cedida por el perdedor; a diferencia del depósito inicial, el margen de variación debe ser en efectivo. Si la parte perdedora es incapaz de cumplir su llamada de margen, su posición es cancelada y retirada por la casa de cierre quien usa entonces el depósito inicial para cubrir sus pérdidas.