Turtle Trading. (Continuación)
Y la solución fue, según el mismo Dennis, contratar gente y ver qué pasaba. Consistía en un experimento intelectual. Aunque Eckhardt no creía que los operadores pudieran formarse e instruirse, tenía fe en los ganadores inesperados. Conocía muchos multimillonarios que habían comenzado a operar con riquezas heredadas y habían quebrado. Eckhardt los vio perder todo porque no sentían el dolor cuanto estaban perdiendo:”Es preferible entrar a los mercados colgando de un cordel, sintiendo que no puedes permitirte perder. Preferiría apostar por alguien que comienza con unos cuantos miles de dólares que en alguien que comience con millones”. Las ramificaciones de este experimento intelectual abrió una caja de Pandora de opiniones y ruidos. Midiendo y juzgando a la gente por sus coeficientes IQ, LSAT, GPA, grados o cualquier otra medida es la forma en que la mayoría de la sociedad opera. Si una medición del IQ o una prueba fuera el único ticket necesario para el éxito entonces toda la gente inteligente sería próspera, y eso obviamente no es el caso. Stephen Gould, el desaparecido paleontólogo Americano y biólogo evolucionista, además de historiador de ciencia era siempre rápido al tomar distancia de los errores de la sociedad acerca de la inteligencia:”Nos gusta pensar de America como una tierra con tradiciones generalmente igualitarias, una nación concebida en libertad y dedicada a la proposición de que todos los hombres son creados iguales”. Sin embargo Gould vió una tendencia en América hacia mediciones y razones como los únicos medios de predicción de una vida exitosa, y se maravilló ante la predilección en ascenso de los Americanos de usar la interpretación hereditaria del IQ como una herramienta limitante.
Pero Dennis, like Gould, no iba a dejar que lo apabullara una interpretación hereditaria del IQ (o CI, Coeficiente Intelectual). Su objetivo era implantar su software mental en los cerebros de sus estudiantes, y entonces colocarlos en su ambiente controlado para ver cómo reaccionarían y se desempeñarían.
Y su compañero estaba sorprendido de que tuviera la voluntad de colocar tanto de su propio dinero en las manos de aficionados.