El lento avance del yuan. Parte II.
En el artículo anterior, mencionábamos la alternativa que presenta China con su yuan/RMB a las monedas tradicionales de reserva mundial. Últimamente, la cantidad y volumen de operaciones en que se ha estado usando lo ha llevado del puesto 35 al puesto 9 entre las monedas de mayor demanda, en el lapso desde 2001 a 2013. Sin embargo, las transacciones en que se emplea el RMB/yuan es sólo el 2,2% del promedio diario de transacciones de divisas en los mercados financieros internacionales, aún con el dólar USA como monarca absoluto con un 87% de la demanda, manteniendo el mismo nivel del año 1998 que tenía un 86,8%.
Aunque hay un hecho fundamental, y es que la estructura de la economía mundial ha mutado. Este cambio no se ha detenido, todo lo contrario, se acelerará más aún, y esto hará necesaria la aparición de un RMB de libre flotación, y que pueda ser usado como moneda de reserva.
Con la caída del precio de la energía debido al boom del gas natural, la economía más rica del mundo volverá a ser potencia manufacturera, lo que la llevaría a la llegada de una balanza comercial positiva.
Aunque seguiría siendo importador a gran escala, el país del norte ya no enviaría inmensas cantidades de dólares al exterior, por lo que se vería una disminución de liquidez mundial en dólares. ¿Este razonamiento plantea un escenario potencialmente real? No es una respuesta fácil…mas China pareciera estar preparándose para ofertar sus productos a quien tenga RMB/yuanes, en vez de dólares, para pagarlos.
De presentarse esta situación, una vez que el RMB/yuan esté estable y sea totalmente convertible, entonces las naciones latinoamericanas podrán pagar en RMB por productos de manufactura china. Y ya el intercambio con Latinoamérica no sólo se limita a la tramitación de cartas de crédito de importación, sino también de financiamiento en moneda china para transacciones de comercio exterior, en caso de que se solicite.
Aunque no todos ven el camino despejado para un avance rápido del RMB: el gobierno Chino interviene la moneda; si la gente no los atesora, no hay mucho que decir. El escenario tal vez sea distinto al esperado; quizá no esté planteado llegar a una moneda fuerte única como reserva de valor a nivel mundial, sino que se esté llegando a un sistema de convivencia de monedas donde habría tres: el yuan, el euro y el dólar, producto de una evolución natural. Llegado el caso habría que preguntarse: ¿Es que tal vez dos o tres bancos centrales para el planeta serán mejor que uno?...Y dos (o tres) monedas “fuertes” también.