Cuando perdemos dinero teniendo oro. Parte I
Las pérdidas que se han presentado en fechas recientes, en algunos bancos centrales cuyos planes de inversión contemplan la posesión de oro en físico en sus reservas internacionales es una lección bastante buena para recordarnos la conveniencia de una adecuada diversificación de nuestros portafolios.
El banco central de Suiza anunció recientemente que contabilizaba como pérdidas casi US$10.000 millones en 2013, por la caída del precio del oro en un 28%. Financieramente hablando, esta pérdida se corresponde con un aproximado menor del 2% de las reservas totales; no obstante la consecuencia más tangible (e inmediata) es que tanto el gobierno principal como el resto de las dependencias regionales dejan de percibir ingresos correspondientes a dividendos provenientes del banco!.
Suiza y Venezuela pueden tener diferencias astronómicas; pero no resulta ningún alivio ver que en apariencia sus bancos centrales cometen similares errores al diseñar sus esquemas de actuación. Esto es una enorme lección de humildad para todas aquellas autoridades que diseñen políticas de inversión con fondos de reserva pertenecientes al público.
En el próximo artículo detallaremos un poco más sobre el tema, ya que sostener inversión en oro tiene sus desventajas, mas también ventajas especialmente si las condiciones climáticas cambian. Sin embargo, luego de ver fríamente los números y analizar las causas de las pérdidas, se llega a la conclusión de que podría haber sido peor. Hay un plan según el cual se someterá a referéndum la redistribución de las reservas internacionales que contempla la inversión en oro con un mínimo de 20% del total acumulado. La proporción actual consiste de un 8,3%; resulta interesante saber, dicho sea de paso, que las autoridades recomendaron rechazar la propuesta. Sus razones habrán tenido.