LAS ACCIONES
Una acción es un título o valor financiero que representa una parte del capital social de una Sociedad Anónima (S.A). Al adquirir acciones estamos comprando unos derechos sobre la empresa y obteniendo la categoría de socio. De esta forma nos convertimos en dueños de la empresa en una proporción acorde a las acciones que hayamos comprado.
Nuestra capacidad de decisión y poder irá en función del porcentaje del capital que representen nuestras acciones, quien obtenga el 50% o más obtiene el control de la sociedad alcanzando una “mayoría”. La acción convierte a su titular en propietario y socio capitalista de la firma en proporción al monto de acciones que ha suscrito. En la misma medida le confiere el derecho a votar en las asambleas generales de la empresa y a recibir los dividendos que le corresponden de acuerdo a las ganancias que se hayan obtenido. La clase y el número de acciones que posee una persona definen sus derechos y la magnitud de su propiedad.
Las acciones, pueden ser de dos formas, cuando figura en ellas el nombre de su poseedor, y al portador, cuando son suscritas sin tal especificación. Las primeras se traspasan mediante endoso, mientras que las segundas son compradas y vendidas libremente en la bolsa de valores donde cotizan. El precio al que se negocian las acciones refleja tanto su valor nominal, el valor inicial al cual fueron emitidas, como la actitud de confianza o desconfianza que tengan los inversionistas ante el desempeño de la empresa emisora: expectativas ante los dividendos futuros, ampliaciones de capital, desenvolvimiento en el mercado, etc.
Las acciones son un instrumento de renta variable, lo que quiere decir que no hay establecido por contrato una retribución económica al accionista, sino que dependerá de cómo sea la situación que atraviesa la compañía. Si la sociedad lo cree conveniente repartirá dividendos en caso contrario, no recibiremos ninguna retribución pero seguiremos siendo socios mientras mantengamos las acciones.