LA ESPECIALIZACIÓN Y EL COMERCIO ENTRE PAÍSES
El comercio entre los países se da principalmente por dos motivos, la primera razón es porque al diferenciarse como naciones, en el sentido de que en un país cierto producto se produce más y mejor que en otro y viceversa, los individuos sacan provecho ya que cada nación se especializa en los productos que mejor sabe hacer. La segunda razón hace referencia a que los países buscan obtener economías de escala, por lo tanto busca especializarse en los productos que puede producir con mayor eficiencia y por ende a mayor escala. Para que exista comercio entre países debe existir la intención de especialización en el país ya que hacerlo buscará vender ese producto en el exterior y comprar los que no se están produciendo. Para que una nación desee especializarse en algún producto, el precio relativo de este con respecto a otro debe ser mayor a su coste de oportunidad, ya que así incrementará sus beneficios. Existen varios beneficios del comercio entre países, entre los más significativos se encuentran la eficiencia en la producción lo que mejora la administración de los recursos y el aumento en la posibilidad de consumo, ampliando el rango de elección y por consiguiente una mejora en el bienestar de los individuos.
Existen muchas ideologías que van en contra del comercio internacional, en su mayoría basándose en ideas erróneas y con pocos fundamentos. Principalmente existen tres mitos comunes en los que estas personas basan sus pensamientos contrarios al libre comercio. La primera idea expone que el libre comercio solo es beneficioso si tu país es suficientemente productivo como para resistir la competencia internacional, a pesar de que este argumento pareciera que tiene mucha validez, no se está tomando en cuenta el principio básico del comercio internacional, la ventaja comparativa, ya que tal vez un país no tenga el mismo nivel de productividad que otro, sin embargo puede tener ventaja comparativa. El segundo argumento es el de los salarios paupérrimos que hace referencia a que la competencia exterior es injusta y perjudica a otros países cuando se basa en salarios muy bajos, sin embargo en el modelo antes expuesto la menor tasa salarial extranjera no tiene nada que ver con los beneficios que obtiene un país con el comercio internacional, lo que importa para el país es que un producto es más barato, en términos de nuestro propio trabajo, producir el bien en el que somos más eficientes e intercambiarlo por el producto en el que no somos eficientes en vez de producir todo nosotros. Finalmente el tercer mito dice que el comercio explota a un país y lo empobrece si sus trabajadores reciben unos salarios muy inferiores a los de los trabajadores de otros países, este argumento suele darse en términos emotivos por la diferencia que existe entre los salarios de unos y otros trabajadores, sin embargo no podemos afirmar que un salario bajo constituye una explotación si no conocemos cuál es la alternativa, en el caso de que los trabajadores extranjeros cobren mucho menos que los trabajadores nacionales, uno podría fácilmente ver a los extranjeros quejándose por explotación, sin embargo, si el extranjero rechazara comerciar con nuestro país o insistiera en imponer unos salarios mucho más altos en su sector de exportación, los salarios reales serían incluso más bajos, el poder adquisitivo del salario por hora de un trabajador se reduciría.