EL MERCANTILISMO
El mercantilismo se define como un sistema político y económico que se basa en la idea de que los países son más ricos y prósperos mientras más metales preciosos puedan acumular. El mercantilismo se desarrolló en Europa entre los siglos XVI y XVII y la primera mitad del siglo XVIII. Uno de sus pilares fundamentales fue la creencia de que los países que querían mantener una posición relevante en el contexto internacional y desarrollar su poder, debían acumular riqueza mediante la acumulación de metales preciosos, principalmente con oro. Influenciado por el colonialismo y la gran cantidad de metales preciosos, materias primas y mano de obra barata que los países invasores pudieron obtener de ellas, el mercantilismo reforzó la idea de la acumulación de riqueza como reflejo de poder.
El mercantilismo como corriente de pensamiento económico tuvo su máxima expresión en Francia en el siglo XVI bajo el mandato de Jean Baptiste Colbert, ministro de finanzas de Luis XIV. Durante su mandato, Colbert protegió e impulsó a las empresas agrícolas e industriales de Francia a través de subsidios, créditos y otras facilidades mientras que al mismo tiempo imponía fuertes restricciones a las importaciones.
El mercantilismo comienza a desaparecer a fines del siglo XVIII con el surgimiento de nuevas teorías económicas que tenían un carácter más liberal y se enfocaban en aprovechar las ventajas del comercio. Uno de los críticos más destacados de las ideas mercantilistas fue Adam Smith, quien proponía la idea de que el libre mercado y el libre cambio son elementos fundamentales para el desarrollo económico y el aprovechamiento eficiente de los recursos.
El mercantilismo se basa en tres ideas fundamentales, la primera se basa en la acumulación de riqueza (principalmente metales preciosos) es esencial para el desarrollo económico de un país. A mayor acumulación de riqueza, mayor prosperidad y poder político. La segunda idea es que el Estado tiene el rol de utilizar e imponer todos los mecanismos que sean necesarios para lograr el objetivo de acumulación de riqueza (controles, restricciones, subsidios, etc.) Su intervención tendrá un carácter proteccionista, incentivando la producción local al mismo tiempo que la protege de la competencia de productores extranjeros. Por último la idea final dice que el comercio a nivel global es inalterable. Para que el comercio ayude a la acumulación de riqueza se deben controlar los flujos de entrada y salida de modo de mantener una balanza de pagos positiva (exportaciones superan a las importaciones).