EL GASTO PÚBLICO
El gasto público no es más que el dinero utilizado por un gobierno para pagar por la defensa, proyectos de desarrollo, educación, salud, infraestructuras, mantenimiento del orden, justicia, entre otros. Los fondos para mantener el gasto público es obtenido principalmente de los impuestos o de proyectos gubernamentales de los cuales se obtenga rendimientos económicos para el Estado.
El gasto público se lo puede clasificar en tres rubros diferentes. El primero es la adquisición gubernamental de bienes y servicios para su uso actual, es decir para cubrir directamente las necesidades individuales o colectivas de los miembros de la comunidad se clasifica como gasto de consumo final del gobierno. El segundo rubro es la adquisición gubernamental de bienes y servicios destinados a generar beneficios futuros, tales como la inversión en infraestructuras o el gasto en investigación, se clasifica como inversión pública (formación bruta de capital fijo), que suele ser la mayor parte de la formación bruta de capital del gobierno. La adquisición de bienes y servicios se realiza a través de producción propia por parte del gobierno (uso de la fuerza de trabajo del gobierno, activos fijos y bienes adquiridos y servicios para el consumo intermedio) o a través de las compras de bienes y servicios a productores de mercado. El último rubro son los gastos del gobierno que no son la adquisición de bienes y servicios, y en su lugar sólo representan transferencias de dinero, como los pagos de seguridad social, son llamados pagos de transferencias.
Los dos primeros tipos de gasto público, es decir, los gastos en consumo final y la formación bruta de capital del gobierno, constituyen uno de los principales componentes del PIB. John Maynard Keynes fue uno de los primeros economistas que abogaron por el gasto y el déficit fiscal como parte de la respuesta de la política fiscala una contracción económica. En la economía keynesiana, el aumento del gasto del gobierno se cree que aumenta la demanda agregada y aumenta el consumo. Los economistas clásicos, sin embargo, creen que el aumento del gasto público provoca una contracción económica por la transferencia de recursos del sector privado, que consideran más eficiente, al sector público, que consideran menos eficiente. Según muchos economistas, la razón por la que Gran Depresión duró tanto tiempo como lo hizo fue por el gasto público significativo y la regulación gubernamental de la economía.