COSTES DE CAMBIO
Costes de cambio o costos de cambio son aquellos que enfrenta el consumidor cuando se cambia de producto, proveedor o marca. Estos costes no solo son monetarios, también existen costes psicológicos, de esfuerzo y tiempo. Pueden manifestarse en diversas formas tales como: penalidades por cancelación, la necesidad de aprender cómo utilizar un nuevo producto o tecnología, enfrentar el riesgo de que las operaciones habituales sean interrumpidas o el riesgo de que el cambio no nos deje satisfecho.
Los costes de cambio pueden surgir naturalmente del proceso de cambio o pueden ser generados artificialmente por las empresas. Así por ejemplo, el tiempo necesario para buscar un proveedor alternativo es un coste propio del proceso de cambio. En cambio, los contratos que imponen altas penalidades por terminar el servicio pueden ser costes artificiales que buscan desincentivar el cambio de proveedor.
Entre los tipos de costes de cambio se encuentran los siguientes:
Penalidades: algunos contratos imponen penalidades por terminar el servicio.
Costes de búsqueda: tiempo que el consumidor debe dedicar para encontrar un buen sustituto.
Costes de aprendizaje: el tiempo que se debe invertir para aprender cómo usar el nuevo producto o servicio.
Costes de equipamiento: el costo de adquirir nuevos equipos que son necesarios para utilizar el nuevo producto o servicio.
Costes de instalación: el costo de que se nos instale el nuevo producto, tecnología o servicio.