BARRERAS NO ARANCELARIAS
Las barreras no arancelarias son regulaciones impuestas por los gobiernos para dificultar o evitar la importación de determinadas mercancías sin elevar impuestos. Ello, con el objetivo de favorecer a los productores locales. Es decir, son políticas destinadas a limitar la entrada de ciertos bienes o servicios del extranjero que compiten con la oferta nacional.
Son una forma de proteccionismo que no utiliza aranceles. Precisamente, se distinguen de las barreras arancelarias en que éstas se basan en impuestos, mientras que las barreras no arancelarias utilizan regulaciones y estrategias diferentes a los impuestos para dificultar la importación. Existen varios tipos de barreras no arancelarias. Algunas pueden ser drásticas como la prohibición total o el establecimiento de cuotas a la importación. Esto último consiste en fijar límites a la entrada de un producto, dependiendo del país de procedencia.
El impacto de las barreras no arancelarias es especialmente relevante en la actualidad. En los últimos años, los aranceles a la importación han caído a niveles históricos en todo el mundo. Ello, gracias al aumento de acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales. Sin embargo, los gobiernos aún puede adoptar medidas no arancelarias, con o sin fundamentos suficientes, afectando el intercambio comercial.
En conclusión, las medidas no arancelarias son útiles para asegurar la calidad de un producto y dar confianza al consumidor. Sin embargo, pueden servir también como arma para gobiernos que buscan solo favorecer a un grupo de empresarios locales a expensas de frenar la libre competencia.