BANCA MAYORISTA
La banca mayorista es aquella destinada a operaciones de gran envergadura, generalmente con empresas y organizaciones de tamaño o importancia grande.
También denominada banca al por mayor, banca corporativa o banca de empresas. Esto es así porque este tipo de banca tiene entre sus clientes a instituciones y organizaciones empresariales, por lo que tienen una atención especial y más personal que en la banca comercial.
La banca mayorista, destinada a grandes volúmenes de dinero procedentes de importantes operaciones económicas se puede dividir en dos segmentos:
Banca de Inversión: Estructuras financieras, fusiones y adquisiciones (M&A), asesoramiento, etc. Banca de Empresas: Gestión del pasivo (líneas de crédito, factoring), gestión del inmovilizado (préstamos, leasing, renting, etc).
Mientras la banca comercial va destinada a pequeños ahorradores e inversores, la banca mayorista tiene fijado su mercado en aquellos clientes que por su volumen, operaciones y dimensión necesitan una canal más directo y privado que el resto. Este tipo de banca cuenta con menor número de operaciones pero de mayor monto, como por ejemplo emisión de deuda, empréstitos, financiación a medida, venta de bonos corporativos y sobre todo, banca de inversión de grandes patrimonios.
En general, la banca mayorista tiene un papel fundamental en la gestión del flujo de financiación e inversión de las grandes organizaciones, ya que cuentan con personal muy especializado y orientado a las grandes cuentas, en operaciones que no pueden ser suplidas por la banca comercial, de forma que cuentan con diversos agentes institucionales de financiación e inversión y actúan de intermediarios entre ambos.