ÁREA MONETARIA ÓPTIMA
Se crea un área monetaria óptima cuando existe una agrupación de países o naciones que a través del comercio internacional establecen relaciones económicas frecuentes, hasta el punto que llegan a desarrollar una moneda única con la que poder beneficiarse de esta convergencia.
Debido al concepto de creación de una unidad monetaria o divisa común, a las áreas monetarias óptimas otra denominación frecuente que se les da es la de unión monetaria. A través de la adopción de una moneda única, es posible eliminar gran número de barreras burocráticas entre los países participantes. Un ejemplo de esto es la supresión de costes de transacción, por ejemplo.
En la práctica, este mecanismo de integración entre países es una de las fases que conforman la creación de una unión económica, el máximo nivel existente en tratados comerciales internacionales. Esto es debido a que la creación de una moneda única o la existencia de tipos de cambios fijos son también pasos que se dan en este tipo de acuerdo, sumado a la integración total de políticas económicas entre los estados miembros y la creación de un banco central.
Pertenecer a un área monetaria óptima supone para las regiones que entran que dependen en gran medida del nivel de integración en el que cada una se encuentre. En el aspecto de la eficiencia, pertenecer a un área de este tipo ayuda a los países a especializarse en sus ventajas comparativas y entrar en relaciones de comercio bajo una moneda común.
Es evidente que a mayor nivel de producción que sea exportada por cada país a sus socios en este tipo de unión será más fácil aprovechar las ventajas del mismo, ya que aumentarán las ganancias respecto a la situación anterior con divisas diferentes y menor asociación comercial.
Sin embargo, mediante la integración en estas áreas el país renuncia en cierto modo a parte de su soberanía y poder de decisión en el ámbito económico. Esto sucede al perder el control de los tipos de cambio, a su propia moneda y a la toma de decisiones monetarias varias.
No obstante, los costes relativos a la entrada a un área monetaria óptimo y la pérdida de poder suelen ser contrarrestados cuanto mayor sea el nivel de integración que alcance el país junto a sus nuevos socios. En otras palabras, existe un punto a partir del cual la ganancia por pertenecer a un área supera a la que habría sin hacerlo, en términos de producción o empleo.