AMORTIZACIÓN
En economía, se denomina amortización a la depreciación o disminución de valor de un activo o pasivo. En términos empresariales, este término puede tener diversa definiciones según a qué objeto se refiera o de qué modalidad. En todos los casos se relaciona el valor de un bien o pasivo con el tiempo o vida útil del mismo, ya que como podemos intuir, todos los bienes van perdiendo valor con el paso del tiempo, por lo tanto, es una de las formas de cuantificar la pérdida de valor.
Para poder entender el cálculo de la amortización se debe tener en cuenta los siguientes elementos básicos:
Vida útil: es el número de años que se va a considerar.
Valor residual: es el valor del bien al final de su vida útil.
Base de amortización: diferencia entre valor de adquisición y valor residual
Tipo: será el criterio empleado a la hora de establecerla (cuota, desgaste..).
En este sentido, para un activo la amortización será la disminución o pérdida de valor a lo largo del tiempo, mientras que para un pasivo se refiere a la disminución del crédito, de la deuda.
En los pasivos, la amortización se refiere a la capacidad de devolución de un préstamo, relativo al capital del mismo, no incluyendo los intereses. En un ejemplo práctico, imaginemos un crédito inicial de 1000 dólares, con un interés al 5% pagadero mensualmente y en el año 5 y mes 6 llevamos pagado 150 dólares del capital y 180 de intereses. La amortización en este caso sería de 150 dólares, y el capital pendiente de 850 dólares.
En el caso de la amortización de los activos, el porcentaje de amortización generalmente viene preestablecido en la ley y es deducible de impuestos. Imaginemos un coche nuevo de 20.000 dólares con una amortización del 20% anual, es decir, 4.000 dólares por año. Por tanto, la vida útil son 5 años (1/0.2).
La amortización acumulada se refiere a la cantidad de recursos que llevamos amortizados desde el principio.