Psicologia de Trading: Manejando Una Racha Perdedora
Cuando usted es un trader de divisas, las pérdidas son parte del trabajo. La mayoría de las malas operaciones serán más que compensadas por las buenas o usted no será un jugador por mucho tiempo. Pero, ¿cómo usted se ocupa de una serie de pérdidas cuando vienen definiendo su experiencia como comerciante de la divisa? Cuando los malos trades vienen uno tras otro no se puede recurrir a un comportamiento autodestructivo.
¿Cuáles son los pasos positivos que un trader de divisas debe tomar cuando se enfrentan a una serie de pérdidas? Hay dos áreas para centrarse: su sistema de compraventa de divisas y su respuesta a una mala racha.
Comenzando con el sistema de trading. Si usted está operando sin una estrategia clara es imposible machacar a sus operaciones y determinar lo que salió mal. Si usted necesita armar un sistema después de los hechos, recomiendo empezar con un poco de comercio de papel o de demo. No dará una completa visión sobre el mercado de Forex real, sino que será una manera de organizar sus habilidades analíticas y técnicas de negociación.
Lo más probable es que usted ya tenga un sistema de trading. Este es el momento de comprobar bajo el capó y probar todos los componentes. ¿No fue la calidad de sus datos de buena? ¿Puede que su información no sea actualizada? ¿Sus programas necesitan retoques?
Después de realizar las correcciones mecánicas necesarias, es el momento de tomar un test de realidad con sus emociones como un trader. ¿Cómo se ha visto afectado por su crisis actual? Con suerte, usted ha permanecido impávido por las pérdidas y todavía está a gusto con las pérdidas futuras que sin duda vienen en camino…
Mire otra vez en sus metas como trader. Si estas son realistas, se tienen en cuenta una serie de pérdidas. Si las pérdidas son demasiado importantes, es posible que necesite una mayor diversificación o si solo opera con divisas, sólo hacerlo con fondos que esta dispuesto a arriesgar. A nadie le gusta perder, pero en este negocio es una realidad de la que nadie escapa.
¡Saludos!