DÓLAR… BLUE
DÓLAR… BLUE
Ya no es novedad la doble cotización del dólar en Argentina. Hoy pudimos enterarnos que la noticia se hizo tan popular que llegó a la revista británica “The Economist”. En la revista se hizo un avance sobre el dólar blue, el fenómeno argentino. También las múltiples políticas regulatorias impuestas por el Gobierno. Esto no mejora las relaciones internacionales de Argentina con el resto del mundo, en especial con los EE.UU. de quienes ya se han recibido quejas por el quiebre de la Argentina en términos de Comercio Internacional.
La situación es dispareja según la orientación política aceptada. Aquellos que apoyan a la Señora Presidente, dicen no tener problemas para el cambio de dólares en el mercado oficial, es decir en entidades financieras autorizadas para el cambio de divisas. Por otro lado, las personas de oposición aclaman y se quejan constantemente sobre la imposibilidad del cambio, debiendo recurrir inexorablemente a los “arbolitos” (vendedores callejeros) y pagar el tipo de cambio “BLUE” (No Oficial).
Esta situación y estas medidas no son por capricho gubernamental. La recaudación fiscal del año pasado (año de elecciones) fue claramente deficitaria. Debiendo ajustar este año una recaudación fiscal muy fuerte para el pago y solvencia gubernamental, de ahí el fuerte aumento de impuestos que se vienen presentando todo a lo largo de los últimos meses. El periódo de pagos que debe efectuar el Gobierno de Cristina F. de Kirchner está cerca y lamentablemente el Gobierno no cuenta con reservas en dólares fuertes, por eso se intensificaron los controles en el cambio de la moneda. Claro esta que los ahorristas también tienen una tendencia fuerte al cambio de dólares por la falta de confianza generalizada en el peso argentino. También, la inflación del 25% hace que cambiar la moneda a dólares amortigue el efecto corrosivo de la misma.
A fines de Mayo, el dólar blue llegó a posicionarse a 6,15 pesos, mientras el Oficial está en 4,47 pesos. Una diferencia grande y significativa para el bolsillo de los argentinos. Las personas que tienen que viajar, no tienen opción muchas veces, y deben terminar accediendo a una tasa muy poco conveniente.