Productos estructurados.
Este es un producto de inversión cuya estructura consiste tanto de activos de ingreso fijo como de opciones (que son de renta variable). La principal característica es que los activos de ingreso fijo otorgan cierto rango de cobertura del capital: la razón es que las ganancias que producen con base en los intereses generados son efectivas para el propósito de cubrir el riesgo que se corre con las opciones. Todo esto quiere decir en lenguaje llano que, incluso si el rendimiento del componente de mayor riesgo del producto, que vendrían siendo las opciones, experimenta pérdidas de cierta severidad, el capital se podrá preservar en su totalidad, ya que el componente de las opciones de la inversión permite al inversor capitalizar con base en el movimiento del precio del activo subyacente.
Para la parte que otorga un mayor desempeño (las opciones), usualmente el broker emplea un coeficiente que muestra qué porcentaje de retorno del activo subyacente va a recibir el inversor. Este coeficiente varía con el broker que se use, pero depende de las tasas de interés actuales y del valor de las opciones negociadas. El inversor puede incrementar el porcentaje de sus ingresos de dos maneras: ya sea asegurando los activos de ingresos fijos con una mayor tasa de retorno, o sometiendo a su capital a cierto nivel de riesgo, como por ejemplo, 5% o 10%.
Veamos un ejemplo: un inversor está interesado en invertir en un producto estructurado con un coeficiente digamos de un 0.5, en base a la expectativa de que el precio del crudo va a subir por encima de los 100 USD/barril. Esto significa que si el petróleo efectivamente sube de 100 USD/onza hasta 120 USD/onza (un incremento del 20%), el inversor va a obtener una ganancia de 10% (20% x 0.5).
Y, gracias al efecto de compensación que posee el componente de activos de ingresos fijos en este producto estructurado, una pérdida en la parte de riesgo mayor no tiene asociada una pérdida para el inversor.