La Dolarización. Parte 2
En el artículo anterior analizábamos el caso de los efectos de la dolarización en líneas generales. Ahora veamos un poco con más detalle el caso de Ecuador.
Analizando las cifras de exportaciones de bienes presentados por el Banco Central del Ecuador, se aprecia un aumento importante de ellas posteriormente a la dolarización, siendo dicho incremento más pronunciado durante el período 2000 al 2006. Mientras que las exportaciones de bienes tuvieron un crecimiento promedio de un 5% entre 1993 al 1999, entre 2000 y 2006 su crecimiento estuvo en el promedio del 14%, el cual cayó lamentablemente a 8% durante lo mejor de la última bonanza petrolera, entre los años 2007 al 2013.
La correlación entre devaluaciones y exportaciones suele ser negativa. Puede parecer contraintuitivo, pero dada la manera en que las tasas de interés reaccionan a las devaluaciones, los costos del capital en el país se elevan, dificultando más la transición de las empresas hacia una producción con mayor valor agregado.
En un mundo tan globalizado como el actual, muchos productos requieren insumos importados, y éstos se vuelven más costosos con las devaluaciones. Como ejemplo podemos mencionar las dificultades que están pasando las ensambladoras de autos en Colombia que dependen del suministro de CKD importados, más costosos actualmente debido a la depreciación del peso colombiano.
Las devaluaciones tampoco convienen a los trabajadores, dado que esta es una estrategia que consiste en una reducción deliberada de sus salarios reales.
Estrategia que, hay que decirlo, no servirá de mucho en el largo plazo para los países que las emplean.