Cuándo NO operar. Parte II
Cuándo NO operar. Parte II
Algunas veces durante un juego de poker no existe una jugada visible. No por causa de que la mano sea mala, sino por el ajuste mental del jugador, el cual no le permite explotar al máximo el potencial de la misma. Esto es un fenómeno que puede darse por una diversidad de razones, desde el aburrimiento mortal y la necesidad de crear acción, hasta la frustración y el “trading vengativo” después de alguna pérdida. Aunque es más probable que este fenómeno resulte más bien de un estado fisiológico y cognitivo de hiperexcitación. El operador fuera de control, está por decirlo de alguna manera, ansioso, molesto, sobreexcitado y todo esto genera un estado de confusión. Esto puede originar una serie de pérdidas debilitantes que amenazan seriamente el rendimiento general del operador.
En ambientes profesionales de operación, es común la operación con niveles de advertencia y un nivel de “muerte súbita”. El nivel de advertencia se activa normalmente por un nivel de pérdida durante el día que es inusual para el operador, y sugiere que algo ha ido mal. El gerente de riesgo o similar entonces contacta al operador y recomienda una pausa y reestructuración del plan de operación. El nivel de “muerte súbita” es un nivel de pérdida tal que sea el máximo permitido antes de paralizar operaciones por el resto del día. La idea de fondo, es que una vez que se alcance su nivel de pérdida (el cual varía de acuerdo al operador) se verifica que ese operador no está viendo el mercado apropiadamente y necesita reajustar su visión antes de continuar operando y arriesgando más fondos. La advertencia es una pausa para este reajuste. Pero el nivel de “muerte súbita” es una herramienta de manejo del riesgo para asegurar que no hay pérdidas en un solo día suficientes para arriesgar la rentabilidad a largo plazo del operador.
Operadores independientes no tienen el lujo de un gerente de riesgo o supervisor de operaciones. Sin embargo pueden al menos incorporar el concepto de niveles de advertencia y “muerte súbita” en sus planes de operación.