Argentina y los “fondos buitre”. Parte 2
Continuemos con nuestra disertación en relación a este interesante caso.
El juez dispuso en 2014 que Argentina no puede pagar a los tenedores de bonos “reestructurados” si no se le paga simultáneamente a los bonistas que no aceptaron el canje; la “pequeña” diferencia es, que las exigencias de éstos últimos llegan en la actualidad a US$1.300 millones más intereses.
Y la situación está complicada para la República Argentina: las cuotas que ésta había transferido a la cuenta del Bank of New York para abonar a los bonistas “reestructurados” han sido bloqueados por Griesa. Ese bloqueo ha hecho que ahora Argentina se halle en default “técnico”. A fines de evitar ese bloqueo, los importes se depositan ahora en fideicomiso en una cuenta del Banco Central Argentino, en el cual se encuentran a disposición de todos los acreedores. Pero esa jugada no estaba contemplada en las condiciones fijadas en los títulos reestructurados, por lo que esta situación es cada vez más complicada.
Cuál es el resultado?. Ninguna estrategia del Gobierno argentino que fueron concebidas para eludir el fallo ha funcionado hasta ahora. Y tampoco se le ha pagado ni un centavo a los fondos hedge, que no cobran nada desde hace 10 años.
Una razón de peso, e importante para que no fueran aceptadas las exigencias de los fondos “buitre” fue una cláusula presente en los bonos reestructurados: la disposición RUFO, o Rights Upon Future Offers, la cual prevé que ningún acreedor pueda recibir mejores condiciones que las aceptadas en el canje. Mas sin embargo, solo era válido hasta fines de 2014: desde enero de 2015 el Gobierno argentino puede ya negociar sin problemas con los fondos hedge.
En el fondo, todo se resume de una decisión política: si existe voluntad política, habrá un acuerdo; aunque la verdad es muy poco probable que dicho acuerdo sea realidad antes de las elecciones argentinas de 2015. Es muy difícil de predecir algo en el presente escenario.
Algo que puede abrir la puerta para un convenio con los “buitres” es que Cristina Fernández no será candidata a la reelección, después de dos periodos en el cargo.
Un acuerdo pareciera sin embargo, ser inevitable, más tarde o más temprano: no es positivo para un Gobierno entrar en cesación de pagos oficialmente y que una crisis permanente continúe dañando la reputación del país: ello aumenta la inseguridad, socava la confianza en el país y el Gobierno, y todo eso puede llevar a que disminuyan las inversiones tanto internas como externas. Inversiones que son sumamente necesarias para Argentina en estos momentos.
Éxitos!