Argentina y los “fondos buitre”. Parte 1
Vamos a tratar en este artículo con detalle el asunto de la República Argentina y los fondos llamados “buitre”, con los descubrimientos de los últimos días.
Con un giro totalmente inesperado, ahora el Gobierno Argentino se halla envuelto en un total escándalo. Según Robert Shapiro, de la American Task Force Argentina, una organización de lobby del fondo NML, hay muchos indicios de que aparentemente algunas empresas han sido usadas como pantalla y lavado.
Los fondos “buitre” habían estado intentando el embargo de bienes propiedad del Estado argentino; ahora intentan encontrar activos en el exterior que puedan estar vinculados a casos de corrupción en el entorno gubernamental. Cuál es el plan?: sencillo: hacerlos congelar por la Justicia (tal y como debe ser para todos los bienes provenientes de actos de corrupción) para cobrar lo que reclaman.
El fondo NML ha solicitado información a la Justicia de Nevada, en EEUU, acerca de 123 empresas allí registradas, que (según NML) pertenecen a Lázaro Báez, íntimo amigo de la familia Kirchner.
Y aquí viene lo bueno: esas empresas fueron utilizadas (según NML) para lavar US$65 millones provenientes de proyectos de infraestructura a través de Panamá, y una gran cantidad de empresas pantalla.
El juzgado verificó que no existe duda alguna de que se trata de 123 empresas con las características que usualmente sólo presentan las que son usadas para defraudar.
No obstante, no fue autorizada la divulgación de más detalles por parte de NML, como el fondo había solicitado: la decisión fue postergada hasta marzo 2015.
Todo este asunto puede suponer peligros para empresarios y políticos si las acusaciones resultan ser ciertas.
Esta historia tiene sus inicios ya en 2001. Dos fondos hedge adquirieron en los mercados títulos de deuda soberana de la Argentina, la cual se encontraba ya en serias dificultades de pago. Entre el 15% y el 20% del valor nominal de los bonos pagaron NML Capital y Aurelius Management a inversionistas que tenían posesión de estos valores, y que entraron en pánico buscando vender a cualquier precio.
A comienzos de 2002 Argentina se declara en cesación de pagos. El 93% de los acreedores (prácticamente con el cañón del arma sobre la frente) no tuvieron más remedio que aceptar en dos operaciones de canje programadas para 2005 y 2010 un recorte de deuda que promediaba un 70% y en plazos más largos. Pero los fondos hedge insisten hasta el presente en que les sea pagado el total del valor nominal de los bonos, puesto que nunca aceptaron esa reestructuración de la deuda.
En 2003, un juzgado norteamericano presidido por el juez Thomas Griesa, les dio la razón a los fondos hedge: los bonos habían sido emitidos bajo las leyes del Estado de Nueva York, puesto que de esa forma se pagarían menores intereses.