Ajustando las miras – Parte 2
Ajustando las miras – Parte 2
Nuestros objetivos deben estar lo más claramente posible. Mucha gente tiene una idea demasiado general de lo que desea. Y muy pocos tienen planes específicos para cumplir estas resoluciones, por lo que muy raramente lo consiguen, lo que es triste. Un buen principio es escoger una meta que realmente se desea. No cambiar el auto porque “se sentiría bien” o porque los vecinos lo hicieron, por ejemplo; sino porque realmente sabemos que en un par de años estará consumiendo demasiado dinero en mantenimiento y necesitaremos uno más nuevo y confiable para bajar nuestros costos de mantenimiento. Nuestros objetivos deben ser concisos, específicos y estar interrelacionados: estrategias que sean adecuadas a nuestra personalidad; que no nos generen estrés; a nuestra tolerancia al riesgo y disponibilidad de tiempo. Que si deseamos disponer de una cantidad específica de dinero para nuestro retiro, no podemos pensar en otro objetivo en el que tengamos que hacer desembolsos extraordinarios. Hay que asegurarse de que una meta soporta a las otras. Debemos enumerar nuestras prioridades. Es útil hacer una lista de todos los objetivos primero y luego asignarles su debida importancia. Hay que destacar que en una línea temporal habrá objetivos de largo y de corto plazo, y de que será más fácil medir nuestro progreso en los de corto plazo. Y el sentir que recibimos recompensas por nuestra disciplina en estas metas a corto plazo también es necesario, y nos da motivación para seguir con nuestros objetivos a largo plazo!.