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A continuación, el panorama para las principales monedas de la región y los factores que podrían condicionar sus movimientos:

El peso colombiano fluctuará en un rango entre 1.770 y 1.875 unidades por dólar. La divisa cafetera cerró el viernes en su nivel más alto en más de cinco meses, por la entrada de dólares del sector corporativo para cumplir con compromisos antes del cierre contable de mes, así como por la expectativa de entrada de flujos tras una reducción de impuestos decretada para inversores extranjeros.

El real brasileño se depreció un 0,47 por ciento el viernes y finalizó en 2,0738 unidades por dólar, mientras que en la comparación con el cierre de semana anterior se apreció un 0,53 por ciento. La caída hacia el final de la semana estuvo marcada con el incierto panorama de Estados Unidos, por lo que algunos inversores decidieron desprenderse de activos en reales. El mercado espera que la moneda brasileña finalice el año cerca de los 2,05 reales por dólar. "Con el real hay un poco de incertidumbre para el año que viene por la política monetaria brasilera.

El peso mexicano se mostrará muy vulnerable a las noticias sobre el reñido debate por el ‘abismo fiscal’ en que podría caer la economía de Estados Unidos, a donde México exporta la mayor cantidad de sus productos. La baja liquidez esperada en la última semana del año podría extender el rango de operación, entre un máximo 12,50 por dólar en caso de que el acuerdo llegue a buen puerto y 13,10 unidades por billete verde si el panorama se vuelve más sombrío.

El sol peruano oscilaría en un rango entre 2,56 y 2,57 unidades por dólar, un rango acotado debido a que el volumen negociado en el mercado disminuyó. Los mercados financieros de Perú continuaron en los últimos días atentos a las negociaciones entre demócratas y republicanos.

El peso chileno cerró la semana pasada en con un fuerte retroceso al nivel más bajo en la última quincena, en 478,00 unidades por dólar en la compra y 478,30 unidades en la venta, afectado por las negociaciones en torno al ‘abismo fiscal’. "Lo que pase con el peso dependerá de cómo sigan las negociaciones en Estados Unidos. Si se llega a algún tipo de acuerdo que tranquilice a los mercados, el tipo de cambio debería volver a niveles cercanos a los 475 pesos (por dólar),

En Argentina, el peso mantendrá en los últimos días del 2012 su camino levemente descendente frente al dólar, en una plaza controlada por el Banco Central. Con estos parámetros, el peso interbancario acumulará una depreciación anual algo superior al 12,5 por ciento. El peso en la plaza marginal rondará en los próximos días las 6,65 unidades por dólar, en una plaza de pocos negocios y presionada por compras puntuales de divisas para cerrar posiciones anuales.

El peso uruguayo finalizaría en niveles similares a los de la última semana, lo que dejaría a la moneda en los valores más altos desde septiembre de 2011: 19,20 unidades por dólar.
El Banco Central de Uruguay tuvo una fuerte intervención en el circuito de cambios mayorista en las últimas sesiones para evitar una mayor apreciación de la moneda local.