Paraisos fiscales 1 | Sobre todo | Foro

A pesar de lo que muchos puedan creer luego de la divulgación de los papeles de Panamá, tanto las normativas como la fiscalización tributarias se han visto con mejoras significativas en una buena cantidad de países latinoamericanos en los últimos años. Esto ha originado una disminución de la evasión y, hasta que el crecimiento de la región se vio afectado por el bajon en los precios de las materias primas que exporta, la recaudación aumentó.
México implantó la obligatoriedad de la factura electrónica ya en 2014, con lo que la falsificación de facturas se eliminó instantáneamente, lo que era un negocio paralelo para muchas imprentas de ese país. Pero fue Chile el pionero en e-facturas, ya hace más de una década, con lo que otros países de la región han venido haciendo lo mismo, llevando a ser a América Latina la región más desarrollada del mundo en facturación electrónica a quien le siguen los pasos desde países de la Unión Europea hasta China.

Como una parte significativa de la actividad económica latinoamericana no se refleja en los libros de contabilidad ni en las cuentas de la nación, los gobiernos de esta región toman bien en serio declaraciones y pago de impuestos de los ciudadanos. En el Ecuador, una ley del gobierno actual ha declarado la guerra a las facturas falsas, y ha obligado a las imprentas a la certificación de sus actividades.
El resultado de esta iniciativa a favor de la transparencia que fueron los Papeles de Panamá al final va a ser una redefinición total de las reglas internacionales por las que se rigen las empresas offshore. Gracias al internet, la privacidad se ve restringida al mínimo, y la big data ayuda a tomar decisiones mucho mejor informadas a las personas, a las empresas y a los países. El fin del secreto financiero está cerca; hay que felicitarse por la filtración de documentos confidenciales, y esperar ansiosamente que aparezcan más.

Chile ha venido afinando sus leyes tributarias en los últimos años, mejorando la fiscalización y aumentando la recaudación de impuestos, persiguiendo una mejor distribución de la carga tributaria entre los distintos tramos de ingresos y tipos de contribuyente.

La reforma tributaria de 2015 en Perú tenía como objetivo el estimulo de la inversión y el crecimiento, mas al bajar los impuestos a las utilidades de las empresas para subírselos a los dividendos de los accionistas, facilitó la fiscalización impositiva, y pudo reducir la evasión.

Brasil, con el sistema tributario más engorroso del mundo, tiene también la oficina de recaudación de impuestos más eficiente de América Latina. Así que una cosa compensa a la otra, no?