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19/04/2012
El valor de una idea es muy difícil de definir. Va a depender del concepto, del contexto, es decir, el momento y el sector…y del mercado. El famoso Facebook en su momento fue solamente una idea. Google también. Una inquietud de las empresas es encontrar gente creativa, que puedan generar valor agregado a las materias primas con las que operan para poder colocar en el mercado productos que lleguen a marcar diferencia.
En el caso de Colombia, país acostumbrado a vivir del café y del petróleo durante décadas, y de algunos otros productos básicos comercializados sin ningún añadido de valor, se está viendo desde apenas pocos años acá, el crecimiento de un renglón que de manera bastante callada y posiblemente hasta de forma inadvertida, pueda ir filtrándose en los rubros principales de exportación y aportando de forma importante al Producto Interno Bruto (PIB).
A esto se llama la economía "naranja": segmento de ideas y el conocimiento, correspondiente a la propiedad intelectual, que se refleja en el desarrollo de videojuegos, música, publicidad, diseño, libros, cine, etc.
Y no es poco este aporte: se calcula que dicho sector aporta a la economía colombiana cerca del 3,3% y 3,5% del PIB anual, generando cerca de los 800 mil empleos tanto directos como indirectos, y lo que es mejor: en su mayoría gente joven. Las exportaciones llegan a los US$600 millones al año.
Para tener una idea global, el BID ha calculado que, uniendo los ingresos generados por la economía naranja, podrían ser la cuarta economía a nivel global, (un 20% más grande que la de Alemania). Correspondería a ella el noveno lugar como exportador de bienes y servicios con US$646.000 millones, más del doble de las exportaciones de petróleo de Arabia Saudita, y la 4ta fuerza laboral a nivel mundial con más de 144 millones de trabajadores. En estos momentos, con los precios del petróleo por el suelo y en los que el fenómeno de El Niño tiene en vilo la producción cafetalera, la economía naranja se presenta como una enorme oportunidad de desarrollo.
El sector cultural ha llegado a ser un sector económico ya importante, y aún más en el actual escenario de crisis petrolera. Aquellos países que centraron su desarrollo económico en la explotación minera se están viendo afectados.La economía "naranja" es una industria que, bajo una crisis del sistema económico tradicional, se comporta bien, ya que no decae como otros sectores, porque no tiene que hacerlo.
Pero no es tan fácil reemplazar actividades tradicionales por las englobadas por la economía naranja: las mismas están dispersas en las estadísticas oficiales, haciéndose muy difícil realizarles seguimiento a sus comportamientos, y comprender su impacto en la creación de empleo o visualizar las oportunidades que puedan representar como un conjunto.
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