Argentina persigue atracción a inversionistas | Sobre todo | Foro

Joan Rosell, el hombre más poderoso del país a nivel empresarial,presidente de CEOE (Confederación de Organizaciones Empresariales de España), la organización que dirige agrupa a 2,2 millones de Pymes y grandes empresas que emplean a 16 millones de trabajadores en la península. Y aparentemente tiene una gran confianza en las acciones tomadas por las autoridades argentinas. Eso no es de echar en saco roto: ni Emilio Botín, actualmente dueño del Banco Santander, ni Amancio

Ortega, el dueño de Zara, llegan a tener su influencia.

Las palabras de Rosell suenan muy bien en los oídos del presidente argentino Mauricio Macri y el jefe de su equipo económico, Alfonso Prat-Gay, que están a la búsqueda de una expansión acelerada de inversiones directas como un elemento clave para poder estabilizar la economía. Rosell ha mencionado que las expectativas son muy positivas, y que el gobierno de Macri, por medio de personas muy cercanas

a él, se han puesto en contacto con inversores españoles en Argentina para explicar cómo y qué es que lo quieren hacer, cuál va a ser la política que se va a definir los próximos años, y la reacción que él ha tenido por parte de los inversores españoles es muy positiva.

Rosell identifica este acercamiento como un puente que imparte esperanzas para las posibles inversiones futuras. Es razonable, pero en una economía que se espera decrezca un 0,7 a 1,0% este año, hay que andarse con cuidado.

LatinFocus Consensus Forecast prevé una recuperación lenta, con déficit de cuenta

corriente plano para 2016 y 2017: 2,0% y 2,1% del PIB, respectivamente, y con déficit fiscal del 4,8% del PIB (2016) y 4,0% (2017),las herramientas gubernamentales para relanzar el crecimiento no son precisamente abundantes. Especialmente menos, cuando el vencimiento de deudas, está entre US$10.000 millones y

US$14.000 millones para lo que queda de año.