El Dragón Asiático puede estar en problemas. | Análisis Fundamental y Técnico | Foro

Las ganancias de las empresas industriales de China en su conjunto podría caer este año por primera vez en más de una década, poniendo en peligro puestos de trabajo que harán que la transición necesaria para el crecimiento impulsado por los consumidores sea difícil de lograr. Las empresas están luchando bajo el peso de los excesos de inversión, las tasas reales de interés altas y la desaceleración del crecimiento global.

El problema aquí es la política del gobierno. Beijing diseño un estímulo espectacular a raíz de la crisis financiera, pero equivocadamente apuntaba a la inversión y las exportaciones. La Inversión como porcentaje de la producción ya era exorbitante a 41% en 2004, pero fue hasta el 46% en 2011. Sólo para comparar, la tasa de inversión de Japón alcanzó el 36% y Corea en un 39% durante las épocas de auge.

El estímulo, y toda la inversión en general, pueden haber ayudado a muchas empresas de capital intensivo iniciar proyectos, pero lo que después de eso? Con tanto capital se invierte, la unidad marginal de la inversión probablemente estaba emborrachándose. Hizo a las empresas ineficientes, lo que explica sus pérdidas.

Esto es importante para la eficiencia de unidades marginales y por lo tanto el crecimiento. China argumentan que el stock de capital es bajo en relación con la producción y más aún en relación a su enorme población. Pero la cantidad de capital en China no nos dice nada. Lo que importa es el flujo de capital, y a donde está fluyendo.

El defecto fundamental en la economía de China es que no sirve a sus consumidores. La otra cara es su elevada tasa de inversión de bajo consumo, hasta un 35% de la producción en 2011, de un 45% hace una década. Esto nos lleva hacia atrás la teoría económica: Producimos para consumir e invertimos con el fin de ser capaz de producir más. Un país no puede aumentar su inversión en relación a la salida siempre.

En última instancia, la estrategia económica de China es un callejón sin salida, ya que, después de un tiempo, esta inversión deja de ser rentable. Llega un punto en que las empresas no pueden vender los productos adicionales posibles gracias a la inversión adicional.

Si esto no fuera suficiente, las empresas tienen que competir con otros cambios adversos también. Masiva inyección monetaria de China después de 2008 produjo una explosión de la inflación que se abrió camino en los mercados laborales. Los salarios han aumentado un 43% desde 2009 y los costos laborales unitarios en dólares de 22% desde 2007. Esto ha acabado en algo con la ventaja de China en costos, en los mercados mundiales. Además, el yuan ya no está subvaluado frente al dólar.

Esta desaceleración puede ser bueno para China en el largo plazo, la política económica se vuelve más racional. Si Beijing crea reformas para asegurar que la inversión sea eficiente y que se tape la parte de los ingresos de los hogares en incrementos de salida, el crecimiento de China será mucho más sólido. En cuanto a las empresas, que tendrán que reorientarse hacia los consumidores. Los chinos darán la bienvenida a un mayor crecimiento de sus ingresos y el consumo.